Somos Ariadna y Alejandro, fundadores de La Cafeína…
Somos Ariadna y Alejandro, nos conocimos trabajando en Televisión como reportera y operador de unidades móviles de satélite. Haciendo un directo para el programa Canarias Directo, en la isla de La Palma, surgió el amor.
Entre amores y directos nos dimos de frente con la crisis bursátil que vivió España el 2009… Llegaron los recortes de personal y los ERES al sector audiovisual al que pertenecíamos. Por aquel entonces, se trabajaba en unas condiciones bastantes precarias: sueldos bajos y horas extras a diario, que no se pagaban…Los sindicatos no tardaron en llevarnos a la huelga para negociar nuestro convenio colectivo y el entorno laboral se empezó a volver tremendamente hostil…No tardó en aparecer en nuestra cabeza la idea de emprender y salir del maltrecho sector.
La idea del emprendimiento crecía mientras llegaron nuestras vacaciones en el mes de Noviembre… Nos fuimos a París. Allí nos hicimos adictos al café para llevar. Lo comprábamos en las panaderías y, café en mano, nos lanzábamos a descubrir la ciudad. Nos parecía tan ideal calentarnos el cuerpo con el café, mientras caminábamos por las gélidas avenidas. Al tercer día , ya nos preguntábamos por qué no había nada similar en La Laguna, una ciudad en la que antaño hubo una laguna, que secaron con maquinaria especializada, y que mantiene una humedad brutal que en invierno se te cuela dentro de los huesos.
La Laguna es tan húmeda, que cuando llueve a cántaros, sube el nivel freático y el agua subterránea se abre paso por entre la tierra y corre por el arcén de algunas carreteras, en las zonas de cultivo.
Las vacaciones acabaron y volvimos a la hostilidad laboral, no tardamos en tomar la decisión en firme y lanzarnos a la aventura. En 2011 abrimos, en un local de 25m2, La Cafeína: una experiencia sensorial en torno al café que se cultiva alrededor del mundo.
Ya para 2019, estábamos realmente descontentos con la falta de aroma y de sabor con el que llegaba el café tras el viaje desde el tostador que teníamos en La Península y las frecuentes retenciones en aduanas. Buscamos apoyo financiero y con mucho esfuerzo nos hicimos con la tostadora de La Cafeína. Nos formamos y empezamos a tostar para ofrecerle a la clientela un cafe absolutamente fresco, lleno de sabor y de aroma. ¿Sabías que el café empieza oxidarse 15 días después de su tueste? Por eso tostamos todos los días pequeñas cantidades y no creamos stock.
El 14 de marzo de 2020, llega el covid, los cierres de la hostelería y la incertidumbre en las importaciones. Empezamos a tomar conciencia de la tremenda dependencia de nuestro negocio con el exterior y de la posición tan vulnerable de las islas ante cualquier conflicto que afecte a las comunicaciones por barco. Comienza a hacerse grande la idea de arrendar una finca y crear nuestro propio cafetal, el primero de La Laguna .
Ahora, llega a nuestras vidas: La Revolución Verde. La conexión con la tierra, el talento local y el placer sensorial que vinculará a La Cafeína con el desarrollo socio económico de Canarias.